Me vienen a la memoria muchas razones por las que escribir este post, pero si soy sincero surge de mi relación con el deporte, el baloncesto en particular. El famoso: «de los errores también se aprende» es, bajo mi punto de vista, una falacia. Cuando alguien se equivoca, la capacidad para aprender de esa equivocación es limitada, porque básicamente, no sabes lo que ha fallado.

Pero no vengo a hablar del fallo, quiero hablar del error y de las posibilidades que ejerce sobre el aprendizaje o mejor, la construcción de ideas (escasas, bajo mi particular punto de vista).

Bien, dicho esto, el error no es más que eso, un error. No sirve ni para decir: «no lo hagas porque eso es un error», No hagas eso!!!!ni para eso, porque esa acción en manos de otra persona puede ser eficaz. Fijaos, la diferencia entre algo válido y algo fiable es que lo fiable significa que me puedo fiar de que lo que se hace volverá a repetirse, mientras que lo válido es que eso que hacemos, sea adecuado, legal, bueno, correcto, etc. Pensad en una escopeta de feria. ¿es válida?, no el punto de mira está equivocado, por tanto, la escopeta no ejerce su función. ¿es fiable?, si, porque siempre dispara igual de mal. En este caso, la escopeta de feria no es un error, simplemente no es válida. Contextualicemos, por tanto a lo que nos referimos.

El error es un concepto equivocado, un juicio falso (RAE sic.) y por tanto una escopeta de feria no es un error o si, pero si introducimos una palabra más: malintencionado. Y podréis pensar, «joder, que chapa, es un matiz». Pues no lo es, siento decirlo, pero el error tiene unas connotaciones negativas que no deberían serlo(fijaos las imágenes de google cuando escribes errores)errores según google, pero no por ello debemos convertirlas en elementos positivos. El error es la antesala del éxito, pero no se puede construir sobre él. Es el paso previo al éxito porque estás más cerca seguro de conseguir un resultado positivo (o al menos donde el porcentaje de «qué bien» supere al de «que mal»). Se construye, por tanto sobre la acción, sobre la novedad, sobre el cambio o sobre la transformación, pero no sobre el error.

Por esta razón el coach gana adeptos, puesto que no hay más que un camino, el propio y lo tiene que definir uno mismo. Dos bares, uno enfrente del otro, en la misma calle, con el mismo público, mismo aspecto, y siempre uno tiene éxito y otro menos (o cierra). ¿Hacen los mismo? Posiblemente, pero de forma diferente, seguro.

«No voy a cometer los mismos errores» ¿os suena?, esto lo dicen mucho los emprendedores jóvenes o los que emprenden por obligación, los maduros no decimos esto, porque sabemos que no es correcto, que no hay blancos o negros. Si te empeñas en no cometer los mismos errores, estás construyendo sobre el error, si asumes el error como un aprendizaje interno y dejas que el resto de «la idea» o «el negocio» se desarrolle según tus conocimientos, seguramente no estarás construyendo sobre el error, si lo estarás haciendo sobre tu conocimiento, tu capacidad de innovar, tu capacidad de arriesgar, etc.

Y dedico el último párrafo a entender el error como un elemento de riesgo. Los errores vienen desde dos prismas, uno inconsciente (creo que lo estoy haciendo de fábula y la cago). Y otro consciente, donde pienso que me arriesgo y hay cabida consciente hacia el error. Es este último el que permite mejorar los mecanismos de decisión, puesto que estimula y pone al límite el razonamiento humano. No digo que haya que poner al límite la cordura humana a diario, pero si entender que lo que nos hace mejorar es precisamente esa delgada linea que hay entre la cordura y la locura.

Y termino, si se comente un error, mala idea es esa de construir pensando lo que has hecho mal. Eso si que es un error. Os dejo un video muy chulo de Stefan Harris (mirad a partir del minuto 6). Dice: sobre el escenario, no hay errores y el único es no percibir lo que hicieron otros miembros del grupo (guau, mola, ¿no?)

Lo dicho, si te sientes perdido, necesitas ayuda y quieres algún tipo de apoyo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. No somos amigos de solucionar problemas, si de acompañarte en la consecución de tus retos.