‘Ser tu propio jefe’ siempre tiene sus pros y sus contras. En determinadas profesiones cada vez son más los que se aventuran a ser autónomos, algo que les supone mayor libertad, pero que también acarrea muchas responsabilidades. Por eso hoy queremos hablaros sobre cómo ser tu propio jefe y no sucumbir en el intento.

ser-tu-propio-jefeEs probable que alguna vez te hayas planteado dejar de ser una asalariado y pasar a ser tu propio jefe. Cada vez son más los españoles que optan por este camino en el que el primer paso que hay que dar consiste en darse de alta como autónomo en la Seguridad Social.

Si miramos los números del Ministerio de Trabajo sobre el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) podemos observar un considerable aumento del número de freelance en los cuatro últimos años.

Este aumento de los autónomos se explica muy a menudo como una consecuencia de la necesidad de reinventarse en tiempos de crisis. El trabajo asalariado está pasando por un momento difícil en España y desde el Gobierno se está intentando promover el autoempleo con unas estrategias que causan un resultado desigual.

Si te has decidido por comenzar tu andadura de ser tu propio jefe vas a pasar a tener básicamente dos preocupaciones, las cuales te acompañará a lo largo de toda tu trayectoria: dónde encontrar clientes y qué tarifas cobrar por tus servicios.

Pero, en el comienzo de esta aventura a lo primero que te enfrentarás será a la burocracia, Hacienda y Seguridad Social.

Es de ellos de quien dependerá tu alta como autónomo y la base de cotización que fijarás, suelen aconsejarte que fijes la mínima, la aseguradora que te cubrirá llegado el momento y una posible cotización por desempleo.

Una vez que estés dado de alta, tendrás que presentar la declaración del IVA cada tres meses en un documento que pasará a ser  en un imprescindible para tí: el modelo 303 o de autoliquidación.

Pero no creas que termina ahí, una vez al año tendrás que elaborar una declaración de IRPF. Hacienda no envía el tradicional borrador a los autónomos, ya que desconoce los gastos e ingresos de tu actividad laboral de forma directa, como ocurre con otro tipo de cotizantes. Quien se encarga de calcular todas las rentas o el rendimiento de la empresa eres tú.como-ser-tu-propio-jefe

Cómo sobrevivir a ser tu propio jefe

Si te decides por empezar esta apasionante aventura deberás tener en cuenta una serie de consejos para no perder el norte.

Controla tus gastos, especialmente al principio. Si tu idea aún está en fase de desarrollo, debes ser prudente. Si tu proyecto exige una gran inversión inicial, quizá es una señal de que estás arriesgándote demasiado.

Aprende nuevas formas de entender el tiempo libre. Los autónomos también tienen que descansar. Los autónomos se supone que estamos disponibles las 24 horas, 365 días al año, pero debes hacer que tu empleador o cliente entienda que necesitas tiempo para hacerlo.

Escucha a tus clientes, sobre todo a aquellos que están contigo desde el primer momento. Toma nota de sugerencias, dudas y aprende a responder las preguntas de aquellos que han confiado en ti desde que empezaste.

Esfuérzate en lidiar con las decepciones. Si tu primera idea no funciona, ve a por la segunda con un nuevo espíritu, y así sucesivamente. Detrás de todo fracaso hay una gran lección.

No pierdas de vista tu faceta administrativa. Es recomendable tener siempre presentes todos los plazos del IVA, IRPF, etc.

 

Equipo MixIdeas